El verano es una época de brillo. De estrellas fugaces y de pedir deseos: un trabajo mejor, más dinero, salud o un amor de verano. El fenómeno por excelencia de la temporada son las perseidas, la lluvia de estrellas también conocida como Lágrimas de San Lorenzo. Aunque su máxima actividad siempre ronda su festividad en el santoral, todavía son visibles hasta finales de agosto. Hasta el día 23 también puede verse el trazo de alguna fugaz perteneciente a la lluvia de las delta acuáridas.

Son fechas marcadas en el calendario para los amantes de la astronomía, que buscan el mejor lugar para poder verlas. Observar el cielo ha ganado ya cierta presencia como alternativa de ocio. El astroturismo tiene cada vez más seguidores en Andalucia,, uno de los territorios con mayor número de espacios idóneos para parar el tiempo, observar y "recuperar la tradición de mirar hacia arriba, como hacían nuestros abuelos",